Fuente: expansion.com
Para llegar a convertirse en gastroempresario, Aranda había firmado una carrera en locales como el Bohío, Santceloni o Piñera. En este último restaurante, fase previa a abrir su propio local, fue jefe de cocina dos años y conoció de cerca uno de los sectores más potentes de la clientela madrileña: las comidas de negocios.
La Cabra, situado en pleno barrio de Chamberí, ocupa un local de tres plantas. Bajo un mismo techo, Aranda colecciona varias propuestas. Primero está la barra con mesas altas y una carta informal de picoteo, con un precio de 25 a 35 euros y opciones como las croquetas de jamón o los callos a la madrileña. Después, existe un restaurante gastronómico con cocina vista, que ofrece una carta con precio medio de 40 a 60 euros, con platos como el pichón royal o los callos de bacalao. En ambas zonas, las comidas de negocios se han convertido en claves entre semana. Si se baja un piso, se encuentra una biblioteca que funciona como zona de sobremesa y afterwork, aparte de un gran reservado y una preciosa bodega.
En todo caso, aquí opera un horario non stop, donde se pueden también organizar eventos. Pese a la juventud de Aranda y su formación en una etapa contemporánea, tiene un evidente trasfondo clásico en su sello personal como cocinero. Además, ahora su currículo suma una distinción: el Premio Thermomix para Jóvenes Valores, con el que el Grupo Vorwerk aspira a premiar el trabajo de chefs españoles que están iniciando su carrera, bajo la tesis de vincular su conocido robot con el universo de la gastronomía. Para optar a este premio, un jurado propone varios nombres de chefs de menos de 35 años, con negocio propio y sin grandes reconocimientos. La distinción (con dotación económica) supone, además, un apoyo para Aranda como emprendedor de un negocio que aún no tiene un año y se suma a otros logrados en los últimos años, como el segundo premio al cocinero revelación 2012 en Madrid Fusión.
Además de Aranda, la tercera de edición del premio ha tenido como finalistas a Javier Goya, Javier Mayor y David Alonso, cocineros y dueños de TriCiclo, casa de comidas moderna en el madrileño barrio de las Letras